El momento de dejar los pañales es muy esperado por muchas familias. Sin embargo, para que se produzca sin dificultades y respetando las características de tu hijo o hija, es importante considerar:
- La mayoría de los niños y las niñas deja los pañales alrededor de los 3 años, aunque muchos niños y niñas no logran hacerlo completamente antes de los 4 o 5 años.
- No se considera que exista un problema si el niño o niña deja los pañales antes de los 4 o 5 años.
- La mayoría de los niños y niñas aprende primero a controlar el pipí y luego la caca.
- La mayoría de los niños y niñas aprende primero a controlar el día que la noche.
- Presionar o forzar a los niños y niñas antes de que esté preparado puede retrasar y dificultar más el logro de este control.
- Es normal que durante este aprendizaje se produzcan “accidentes” involuntarios (hacerse pipí o caca algunas veces). Todos nos equivocamos cuando estamos aprendiendo algo nuevo.
¿Cuáles son algunos de los signos más importantes para comenzar a dejar los pañales?
- Manifiesta incomodidad con el pañal mojado o sucio.
- Puede pasar al menos 2 horas con el pañal seco.
- Puede decir fácilmente “quiero hacer pipí”, “quiero hacer caca” o alguna frase para comunicar su necesidad.
- Tiene las habilidades motoras para bajarse los pantalones y sentarse en la pelela por si sólo o con ayuda.
¿Cómo facilitar este proceso en mi hijo o hija?
- Evita juntar este proceso con otros cambios (la llegada de un hermanito o hermanita, la entrada al jardín, un cambio de casa) ya que puede ser demasiado exigente para tu hijo o hija y para ti.
- Recuerda que no es necesario “enseñar” a un niño o niña este control, sino más bien hay que acompañar y ayudaren este proceso, a su propio ritmo.
Lo más importante es vivir este proceso con tranquilidad, sin presiones, burlas o exigencias. Confía en que tu hijo o hija adquirirá esta habilidad cuando esté preparado o preparada.
Si notas que tu hijo o hija está teniendo dificultades para dejar los pañales, se moja o hace frecuentemente, es mejor volver a los pañales e intentar nuevamente más adelante. Insistir o presionar pude traer dificultades emocionales para tu hijo o hija y una presión innecesaria para toda la familia.